Va finalizando la Cuaresma, pronto comenzará la Semana que todos los cofrades anhelamos durante el año... Ya restan pocas horas para volver a establecer ese contacto especial con el Señor y su Bendita Madre.
Se acerca el momento de acompañar al Señor bajo el anonimato del caperúz. Caminaremos entre miles de personas, pero iremos a solas con ÉL, dando gracias una vez más por todas aquellas cosas que nos concede. Nuestras promesas, plegarias y oraciones vendrán bajo el capirote.
Vestir la túnica nazarena es estar en comunión con tus hermanos con el deseo de dar público testimonio de Fe, muy necesario en los tiempos que nos ha tocado vivir. Es un derecho a la par que un deber de hermano. Al mismo tiempo, vestir la túnica nazarena supone el momento perfecto del año para todos aquellos que "vivimos en cofrade". Se disparará el orgullo cuando busquemos con la mirada la Sacratísima Imagen que veneramos, y veamos que cada año somos más los que nos unimos en nombre de Dios.
Hacer Estación de Penitencia no es fácil, son unas horas que exigen un sacrificio al que nos comprometemos de manera voluntaria al ingresar en una corporación nazarena... Pero, ese sacrificio nos llena de satisfacción, pues lo convertimos en agradecimiento, siendo conscientes del privilegio que supone caminar acompañando al Hijo de Dios. La catequésis plástica alcanzará su máxima expresión cuando las miles de miradas que esperan la salida de una Hermandad recen atónitos ante el Hijo de Dios y Su Bendita Madre.
Feliz Semana Santa a todos, disfrutad ahora que tras este largo año de espera lo merecemos.
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