Gallardete, Ecce-Homo y Dulce Nombre son quienes hacen grande la mañana del Viernes Santo

 La mañana del Viernes Santo es sin duda alguna la jornada en que más imágenes encontramos en nuestras calles. El "Gallardete de Jesús", lámina del Ecce-Homo, Cristo de la Expiración, Nuestro Padre Jesús Nazareno, Mujer Verónica, San Juan y la Virgen del Rosario discurren por las calles Real, Rosario, Veracruz y Carrera de las Mercedes.

Bien temprano, aún con la luna por testigo los tambores roncos y las trompetas del Ecce-Homo paseaban por las calles de Alcalá, rindiendo honores a sus titulares así como al Ecce-Homo de la calle Rosa.

Y poco después de las nueve de la mañana, la Mujer Verónica, partía desde su ermita, llevada por sus costaleras, al encuentro con Jesús Nazareno, para en su camino de sufrimiento con la cruz limpiarle la cara. También el "Gallardete de Jesús" salía desde la calle Fuente Nueva para dirigirse a Consolación y allí abrir la mañana del Viernes Santo alcalaino. Una hermandad que vuelve a tomar fuerza y una mayor presencia de nazarenos y penitentes en sus filas se hace notar en estos últimos años. Hecho sin duda alguna del que nos alegramos, puesto que de siempre ha sido esta hermandad una de las que llevaban mayor número de fieles en sus filas.

Le seguía el escuadrón de soldados del Ecce-Homo, colorista como siempre en la mañana del Viernes Santo y con las representaciones de los "pasos" en las esquinas. Además de la lámina del Señor del Ecce-Homo acompañaba como en los últimos años el Cristo de la Expiración, con el que escenifican el momento de la lanzada de Longinos. Y entre todos ellos Judas Iscariote o como popularmente lo conocemos, Juillas, corriendo de un lado para otro, arrepentido de la Venta del Señor y con sus trifulcas con los soldados.

Siguiendo el cortejo llegaba Nuestro Padre Jesús Nazareno, con varias novedades, la principal y más destacada, encontrarlo con la túnica lisa, con la que solemos verlo en su camarín. Algo que dio un nuevo aire al Viernes Santo alcalaino y quedaba realmente bien, puesto que se movía la misma al andar de sus costaleros dando un realismo mucho mayor a esta escena. Un paso decorado con claveles rojos y lirios, simulando así un calvario. Además sobre el paso la imagen de un Niño Jesús de Pasión, que recordamos fue bendecido durante los cultos de esta Real Cofradía el pasado mes de marzo. Era tradición antaño que los costaleros llevasen en el paso un Niño Jesús, similar a este, y es por ello que se ha querido recuperar.

Siguiendo a Jesús los Apóstoles con diferentes símbolos de la pasión de Cristo. San Juan señalando con el dedo el camino de Jesús y la Mujer Verónica, ya con su paño mostrando el rostro de Jesús después de haberle limpiado su divina faz. Musicalmente, como no puede ser de otra forma la AM Dulce Nombre de Jesús que una vez más dejaron un buen sabor de boca del trabajo realizado durante todo el año.

Y por último la Madre de Dios del Rosario, esta dolorosa bajo palio, que se encuentra habitualmente en el convento de las Trinitarias, en la Fuente del Rey, vuelve cada Viernes Santo a Alcalá, para acompañar a su hijo que carga nuestra pesada cruz.

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