En la noche del miércoles 18 de septiembre, en el salón de actos de la Iglesia de Cristo Rey y ante la presencia de nuestro Capellán, D. Juan García Carrillo, el Presidente de la Agrupación de Cofradías de Jaén, D. José Paulano, nuestro Hermano Mayor, Rafael Mariscal, el Comisario del Encuentro Francisco Javier Vilchez, y muchísimos cofrades y amigos que quisieron acompañarnos, se presentó el cartel del I Encuentro Eucarístico y Mariano. Dicha presentación iría a cargo del cofrade marteño, Francisco Manuel Camacho Santiago. Una presentación minuciosa y precisa, que hizo disfrutar a los presentes. El cartel ha sido realizado por el pintor, también marteño, D. Joaquín Marchal Órpez. Se centra en una representación de nuestra Virgen de la Esperanza, expectante por la venida del niño Jesús, pues es custodia que procesiona eucarísticamente al Santísimo Sacramento en todos y cada uno de nuestros advientos. Un bellísimo cartel, para un acontecimiento histórico que viviremos, si Dios quiere, el próximo 26 de octubre en Jaén.
El cartel muestra un retablo que es dividido en dos zonas que están interrelacionadas, una representa la vida espiritual del cielo y la otra refleja la vida terrenal. En las dos la Virgen María es Reina, Soberana y Emperatriz, reflejándose el misterio de la coronación de María Santísima por los ángeles del Señor. Desde el punto de vista teológico, el argumento principal en que se funda la dignidad regia de María es su divina maternidad: el ser Madre de Jesucristo, el único que en sentido estricto, propio y absoluto, es Rey del Universo por naturaleza. A lo que hay que añadir que la Virgen también es proclamada Reina en razón de la parte singular que por voluntad de Dios tuvo, asociada a su Hijo, en la obra de nuestra eterna salvación.
Así, decía el Papa Pío IX en la bula en que definió el dogma de la Inmaculada Concepción: “Con ánimo verdaderamente maternal al tener en sus manos el negocio de nuestra salvación, Ella se preocupa de todo el género humano, pues está constituida por el Señor Reina del cielo y de la tierra y está exaltada sobre los coros todos de los Ángeles y sobre los grados todos de los Santos en el cielo…”.
Todo el conjunto del altar va enmarcado del manto real celestial, que envuelve a todos los hombres y mujeres del mundo terrenal, pues como versa en la oración hacia la Virgen “Bajo el amparo de tu manto nosotros sus hijos nos acogemos a la Santa Madre de Dios, y le pedimos que no desprecies nuestras suplicas ante las necesidades; antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa”. La Virgen María siempre escucha la plegaria que hacia Ella levantan sus hijos de este Santo Reino de Jaén, aquí en este retablo representado por una vista de esta bella ciudad en la que se aprecia nuestra hermosa Catedral, una joya de la arquitectura de Jaén que en 1554 Don Andrés de Vandelvira realizara para nuestra tierra para que sirviera como Templo de peregrinación ya que en su interior se custodiaría y guardaría el relicario en el que se muestra el Santo Paño con el que la Verónica secara el rostro de Jesús y en el que quedó impreso, también aquí representada dicha reliquia (Santo Rostro) portada por dos ángeles, a los pies de la Señora.
La Virgen María de la Esperanza, está situada en el centro del cuadro, pues no podemos acercarnos a Cristo sino es a través de Nuestra Madre del cielo, y es que María es para nosotros los cristianos modelo de Fe, ejemplo a seguir e imitar, Ella que se entrego fielmente a los planes y designios de Dios y por eso el lema de este Encuentro Eucarístico y Mariano no es otro que: “Caminemos con Fe, junto a María de la Esperanza al encuentro con Jesús”, recogido en letras latinas como “Ambulate in fidem cum María spei obviam Iesu”.
A lo largo de la historia María siempre ha estado presente en el caminar de la humanidad. Se le ha dedicado todo tipo de alabanzas y oraciones. Estos Santos que han invocado a lo largo del tiempo, la intercesión de la Virgen para sus hijos están representados en este retablo, en la figura de San Eufrasio Santo Varón Apostólico que llego a nuestra tierra de Jaén proclamando las Grandezas de María y de Nuestro Señor Jesús y cumpliendo la misión que Cristo encomendó a sus discípulos de ir a anunciar la buena noticia. Santa Catalina de Alejandría virgen y mártir que consagro su vida, sabiduría y conocimiento al servicio de Dios. Santa Clara de Asís ejemplo de fortaleza y amor hacia Cristo Eucarístico. San Juan de Ávila Doctor de la Iglesia, defensor de la Inmaculada Concepción de María, Gran orador, maestro de Santos y con una estrecha relación con nuestra tierra de Jaén.
La Virgen de la Esperanza se muestra radiante, vestida de Gloria, y expectante por la venida del niño Jesús al mundo, pues Nuestra Señora está en cinta. En este retablo la Madre de Dios se nos presenta como Reina y Madre que ante la expectación por el parto y nacimiento del Mesías nos presenta a Jesús resplandeciente como el Sol de un nuevo día y un nuevo mundo de una ilusión de salvación, representada en ese niño aun no nacido en su vientre. Y es que la naturaleza sacramental de la fe alcanza su máxima expresión en la Eucaristía que es el precioso alimento de la fe. En cierto modo, podemos decir que María de la Esperanza ha practicado su fe eucarística antes incluso de que esta fuese instituida, ya que Ella ofreció su seno virginal para la Encarnación, así nos lo recuerda San Juan de Ávila durante sus sermones eucarísticos que la Santísima Virgen, es el punto de referencia para comprender y vivir el misterio de Cristo presente e inmolado y comunicado a la iglesia u a cada creyente en particular: ¿Qué cosa es una hostia consagrada sino una virgen que trae encerrado en sí a Dios? (Ser 4, 329ss). Y así hay semejanza entre la Santa Encarnación y este Sacro Misterio; que allí se abaja Dios a ser hombre y aquí Dios humanado se baja a estar entre nosotros los hombres; allí en el vientre virginal, aquí debajo de la hostia; allí en los brazos de la Santísima Virgen de la Esperanza, aquí en las manos del sacerdote.
Fuente: Perdón, Amor y Esperanza
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